Cuando Mayla Santos, oriunda de Alagoas, ingresó al programa de maestría en Ingeniería Biomédica, en la Universidad de Brasilia (UnB), no imaginava la realidad que encontraría. En ese momento, en 2018, había dejado a su familia en Maceió, donde se graduó en Sistemas Biomédicos, para hacer un máster en un área que le permitiera conocer mejor el manejo de equipos fundamentales para tratar enfermedades y dar soporte vital.
Nacida en Viçosa, ciudad situada a unos 90 kilómetros de Maceió, nunca había salido de su estado hasta que llegó a la capital federal. "Los retos no fueron pocos. No conocía a nadie y necesitaba adaptarme a la cultura, el paisaje y el clima de Brasilia, muy diferentes a los de mi ciudad", dice la investigadora. "Poco a poco, conocí a otros investigadores, tuve el apoyo de los profesores y quedé encantada con Brasilia".
Si la adaptación de Mayla a la capital federal fue difícil, la zambullida en la maestría y el nuevo aprendizaje fue natural y sorprendente. Cuando entró en la maestría, pronto pasó a seguir los ensayos clínicos para probar Rapha, una tecnología desarrollada en la UnB que utiliza el látex y la fototerapia para tratar las úlceras en pacientes con diabetes. "Pude aprender cuánto impacta este trastorno en la vida del diabético, con la aparición de úlceras en los miembros inferiores, por ejemplo, entre otras complicaciones, y sobre la actuación del SUS con estos pacientes, que los acompaña desde el tratamiento inicial hasta la amputación, cuando es necesario."
De este proceso nació su tesis de maestría. "Las enfermeras y los técnicos tenían dificultades para clasificar con precisión las heridas del pie diabético, porque la evaluación era sólo visual. Seguí la rutina de estos profesionales de salud para recoger medidas, hacer fotografías y tomar notas sobre las características de las heridas. Con esta información, pude organizarlos según su grado (grave, moderado o leve) y desarrollar una base de datos sistematizada", dice Mayla.
Con el acceso a la base de datos que creó la investigadora, las enfermeras pudieron hacer un diagnóstico más preciso y clasificar las heridas adecuadamente, además de controlar si se curaban con el tratamiento ofrecido.
"Durante la investigación, encontré bases de datos para muchas enfermedades, pero no había ninguna para las úlceras del pie diabético. Fuimos pioneros en este estudio, que está a disposición de otros investigadores, en futuros trabajos, para aplicar el algoritmo y crear una aplicación que ayude en esta caracterización", dice la ganadora del Premio SBEB-Boston Scientific de Innovación en Ingeniería Biomédica para el SUS, en 2021.
Dedicada y entusiasta de la Ingeniería Biomédica, Mayla no dejó de estudiar después de su maestría. En la misma universidad, se comprometió a hacer su doctorado, pero esta vez en el área de la Ingeniería Clínica, centrándose en cómo hacer el mantenimiento tecnológico de las bombas de infusión. "La investigación requiere dedicación, pero estoy deseando terminar la tesis y volver a competir por el premio SBEB-Boston Scientific. Es una oportunidad para dar visibilidad a la ciencia, demostrar que es posible desarrollar tecnologías importantes para los necesitados, y un reconocimiento a todo el trabajo realizado por el equipo y la universidad".
Ya acostumbrada a Brasilia, Mayla, que también es profesora de Radiología en una universidad privada, eligió su estado natal como su destino favorito para descansar. Allí vuelve siempre que puede. Visita a su familia, que vive en Maceió y Viçosa, y va a rescatar los afectos que echa de menos: una parte del tiempo la pasa con su madre, una de sus hermanas y sobrinos en la capital, otra parte en el campo, con sus abuelos y su padre: "Prefiero el clima de Brasilia, más suave que el de Alagoas, y me encantan los parques y los carriles bici de allí. Pero, volver a casa siempre es bueno".